A veces me asombra que la gente no recuerde a esta chica como en esta foto, sino como aparece en la portadas de sus álbumes o en sus vídeos ¿cuál de las dos nos engaña? De todas formas, esta otra, la muy pero que muy fea, se diferencia de la otra que aparece en los escenarios, pero no porque sus vestidos tengan un par de centímetros más o que lleven menos lentejuelas, sino que eso, que la hace ver más fea.
En todo caso, representan un atentado grave contra el buen gusto y el tiempo y el dinero que ha ganado no le ha servido para contratarse un estilista o buscarse, simplemente, una buena amiga, o amigo que le guste un poco la moda y que le aconseje.
Veamos esta foto en la que esta chiquilla no ha acertado en nada, ni el maquillaje, peinado, y mucho menos, regla fundamental, nunca ponerse un vestido, por más que nos mole, si este nos hace ver aunque se un milímetro más gorda. No sé si es un vestido de J. C Penny de saldo, de esos que se encuentran en el cajón de taras muy arrugadito, pero lo importante es que lo parece. Britney ha intentado acá estar sobria, porque no lleva casi bisutería, pero está muy lejos de lograrlo.
Y la verdad es que los artistas de antes tenían una sola decadencia, pero de Britney hemos visto tantas, que nunca sé de qué fecha exactamente pueden ser las fotos que veo cada viernes cuando voy a la peluquería. Pero es eso, hay dos Britneys, una suerte de Dr. Jeckyll y Mr. Hyde, aunque una de las dos debe venirse conmigo al infierno a pagar por los atentados a la sagrada moda. No pasará por el purgatorio, esta chica no tendrá redención posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario